Pocas veces nos imaginamos una situación en la que tengamos que cambiar un radiador de sitio, pero son más frecuentes de lo que te imaginas.
Es muy común, que cuando compramos un piso, queramos reformarlo por completo y sea necesario cambiar todo el sistema de calefacción. También puede ocurrir que exista un radiador que entorpezca la colocación del mobiliario nuevo, o que simplemente no encaje con la nueva distribución de la vivienda.
Hoy te contamos qué deberías tener en cuenta si te propones mover un radiador de su ubicación original.
Hay diferentes factores que no deberías pasar por alto para evitar que surja cualquier tipo de problema antes de mover un radiador de sitio:
El tipo de trabajo es diferente si son tuberías de cobre (mucho más fáciles de trabajar) o de aluminio recubierto de pvc. En el caso de viviendas antiguas, podrían ser de plomo, con lo que en caso de reforma, es obligatorio sustituirlas por alguna de las opciones anteriores.
Si no lo tienes claro, puedes preguntar a tu administrador de fincas o a algún vecino que haya hecho alguna reforma recientemente.
En primer lugar, vas a necesitar tener a mano un plano detallado de la vivienda donde aparezca reflejado el sistema de calefacción para ver la ubicación de las tuberías y el material del que están hechas.
Si la vivienda es de segunda mano, deberías tener una copia del anterior dueño, y si es de nueva construcción y no lo tienes, el promotor podría facilitarte una.
Es importante saber por dónde pasa el sistema de calefacción porque en el caso de que se distribuya por el suelo, será necesario levantarlo haciendo que cambiar el radiador sea más complejo, con el posterior aumento del coste.
Si el sistema de calefacción se distribuye a través de las paredes, la instalación del radiador en una ubicación diferente será menos difícil.
En algunas instalaciones los radiadores son “reversibles”, es decir, podremos instalar el radiador en el lado opuesto de su ubicación actual sin realizar mayores alteraciones ni levantar el suelo ya que lo que se mueve es el radiador, y no la tubería de la calefacción.
Mediante este sistema simplemente habrá que volver a colocar los soportes del radiador y conectarlos con el circuito de la calefacción.
Esta opción sería la menos compleja, pero tienes bastantes limitaciones.
Como has podido leer, hay que tener en cuenta que el cambio de sitio de un radiador, aunque pueda parecer algo sencillo, puede llegar a complicarse y a afectar completamente a la distribución del sistema de calefacción.
Si has llegado hasta aquí, te recomendamos que visites nuestro post sobre qué sistema de calefacción es mejor para un piso.
A la hora de llevar a cabo este tipo de proyectos, siempre recomendamos contar con la ayuda de un profesional con experiencia que pueda ayudarnos e incluso aprovechar para hacer una reforma completa del sistema de calefacción y mejorar la eficiencia energética.
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